Este juego, me ha parecido un juego muy enriquecedor, su objetivo no es otro que el hecho de que los adolescentes aprendan mientras juegan, o que juegan mientras aprenden.
Jugando a este pasatiempo, he sentido muchas emociones, entre ellas, preocupación, puesto que tenemos que simular ser uno de los personajes, asumiendo la presión de saber gestionar correctamente las diversas situaciones planteadas.
Primeramente, he tenido que contestar unas preguntas para, según este juego, conocerme a mí misma respondiendo a esas preguntas. Entre las preguntas que me han hecho, se encuentran algunas como: ¿Te cuesta imaginar diferentes soluciones para resolver un mismo problema?, ¿Tienes un hobby que se te dé especialmente bien?, Cuando tomas una decisión, ¿sólo piensas en ti y en tus sentimientos?, ¿Dirías que eres todo un cerebrito?, entre otras. Una característica de este juego que me ha llamado bastante la atención es que en lugar de recibir instrucciones sobre lo que se tiene que hacer se le da libertad al jugador para que explore los escenarios, interaccionando a su vez con diversos objetos.
Este juego lo usaría con alumnos que estuvieran cursando tercer ciclo de Primaria, y 1º y 2º de ESO, tanto de forma individua como grupal, dirigidos especialmente a adolescentes. Los alumnos deberían jugar cada escenario del videojuego y posteriormente, se llevaría a cabo una reflexión grupal en el aula sobre las situaciones del videojuego.
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